miércoles, 15 de abril de 2009






"La Constitución". Plaza homónima. Estatua superior colocada entre 1903 y 1910.









PUEBLOS ORIGINARIOS



Los minuanes, que habitaban nuestra región cuando llegaron de los españoles, pertenecían al grupo de pueblos charrúas. Esta etnia moraba desde hacía miles de años en una extensa comarca de lo que hoy abarca la República Oriental del Uruguay, el sur de Brasil, la provincia de Entre Ríos y especialmente las costas del río Uruguay. Eran aborígenes muy celosos a la hora de defender sus tierras, su nación, sus familias. Trashumantes dentro de su territorio, tenían, entre otras cosas, su explicación del universo, su organización social basada en el grupo familiar y sólo elegían líderes en caso de guerra. Como en toda América, la cultura propia de los nativos, su religión y su cosmogonía fueron absolutamente desconsideradas frente a la inmensa posibilidad de saqueo que intuían los europeos.




Iglesia San Antonio. 1882.


INVASORES

Los pueblos que habitaban la actual provincia de Entre Ríos defendieron sus familias, sus costumbres, su libertad y sus tierras a tal punto que los españoles, no pudiéndolos reducir a su servicio, los exterminaron. Tarea ésta que resultó fácil pues la cultura de los nativos, valiosa en toda su dimensión humana, transitaba la edad de piedra. Los últimos que quedaban fueron abatidos en 1752. Con los supervivientes, casi todos mujeres y niños, fundó Vera y Mujica la reducción de Cayastá en la provincia de Santa Fe.

POBLADORES EUROPEOS
Los invasores se apropiaron de las tierras y desprestigiaron la cultura que habían exterminado... Después arribaron pobladores europeos atraídos por los buenos campos.
A nuestra región venían de La Bajada (Paraná), Santa Fe, Buenos Aires, también había portugueses. Unas cien personas, con sus esclavos, se agruparon en la zona que actualmente se llama La Capilla o Capilla Vieja, en el Albardón (8º distrito), a unos quince kilómetros al suroeste de la ciudad actual.

Un vecino de la zona de La Capilla, que según una tradición oral era de apellido Méndez, levanta una capillita, era un rancho de paja y barro, en la que colocan una imagen de San Antonio de Padua propiedad del vecino D. Antonio Luna. Poco tiempo después se hace cargo de ella un humilde sacerdote, el padre Miño.

"Tres Jinetes y una Vaca". Secundino Salinas. Siglo XIX.

Con el tiempo la región atrae a una población más heterogénea. Había ingleses, vascos, franceses, paraguayos y portugueses y muchos poseían esclavos negros. Como existía cierta prohibición de que las mujeres europeas viajasen a América, se fue formando una población mestiza muy variada y cada mezcla distinta tenía su nombre, por ejemplo los negros, cuando se casaron con autóctonos dieron origen a los llamados chinos. Los negros llevaban el apellido de sus dueños.

En 1778 el reglamento de libre comercio beneficia a los pobladores que instalan, a partir de ese momento, graserías, curtiembres, saladeros, fábricas de velas y jabones.


PRIMEROS LIBROS PARROQUIALES

En 1779 el obispo Sebastián Malvar y Pinto, procedente de Montevideo, visita este territorio que pertenecía a su diócesis. Viendo la cantidad de habitantes y sus necesidades decide fundar una parroquia. Así es que tenemos libros parroquiales desde 1781. Dice Olga G. De Massoni en su libro “Gualeguay - 1765-1900”: “En el libro primero de la parroquia San Antonio se encuentran decenas de páginas donde el Cura Rector de turno ha escrito la palabra INDIO…” “Sólo fueron dueños del infortunio. Procedían, casi en su totalidad, de los diecisiete pueblos jesuíticos fundados en las cercanías de los ríos Paraná y Paraguay que albergaron alrededor de 54.000 almas... notamos la imposición de un nombre cristiano junto al apellido indígena.”
Esto ocurrió después que la Orden de la Compañía de Jesús fue expulsada del continente por el Rey de España en 1767, debido a intrigas políticas de los conquistadores sobre los sacerdotes.
Estas poblaciones guaraníticas se dispersaron en forma radial buscando formas de supervivencia. Muchos de estos aborígenes, que en la organización estatal del siglo XIX fueron llamados naturales, formaron parte de la milicia que, años después, apoyará la Revolución de Mayo. También así los descendientes de africanos mezclados en el crisol local fueron parte de los ejércitos patrios.


"Hombres de Lazo". Cesáreo Bernaldo de Quirós. 1949.


FUNDACIÓN DE LA CIUDAD

Pero volvamos a la capillita local. El nuevo párroco, padre Fernando Andrés de Quiroga y Taboada, viendo que la capilla estaba en un sitio que se anegaba decide trasladarla a La Cuchilla, dos leguas al norte de la ciudad actual y a treinta cuadras del río. Además impone una imagen de San Sebastián en lugar de San Antonio. Estos hechos generan el rechazo en algunos pobladores y enseguida se forman dos grupos antagónicos. Ambos grupos dirigen sus reclamos al Virrey quien manda a un militar guatemalteco de servicio en Montevideo: Don Tomás de Rocamora, como comisionado componedor.

Ya por esa época, cuenta Don Tomás, en nuestra localidad los pobladores tenían la costumbre de tomar mate y comer asado. Rocamora, obtenida la aprobación del Virrey, hace desmontar la plaza y marca las calles con el apoyo del agrimensor D. Pedro Olmos.
Mientras se realizaban estos trabajos, el padre Quiroga no participó y permaneció en la nueva capilla de La Cuchilla y, en carta elevada a la superioridad eclesiástica, manifiesta que Rocamora había sometido a los vecinos a régimen militar.

Como sea, el 19 de marzo de 1783 el guatemalteco, después de la misa “que vio y pagó” a fray Hipólito Guzmán, distribuyó y posesionó a cada vecino de un cuarto de manzana en la villa, una chacra en las afueras y una suerte de estancia en los campos cercanos. Instituyó también Cabildo, Cárcel, Comandancia, Cuartel, Iglesia y hasta estableció un primer vivero...

“...para que sirviera como depósito o almácigo para repartir a aquella indócil gente”.

Así quedó fundada la ciudad de San Antonio de Gualeguay Grande.
TIEMPOS INICIALES

En este solar vivió durante seis meses Giuseppe Garibaldi en el año 1837.


Según expresa el padre Juan Vilar:

“La primer iglesia estaba situada dentro de la plaza, cerca de la actual columna central y era un rancho decorado interiormente; en el frente tenía un campanario de madera muy bien trabajada y una campana grande traída de las misiones...”

Desde el primer momento la villa contó con una escuelita de primeras letras, creada por el fundador y los primeros maestros fueron los padres dominicos José Leones y Marcelino Pelliza. También se instaló un “Puerto Barriles” sobre la costa del antiguo trazado del río, entre las actuales calles San Antonio Y Monte Caseros.

Ya en 1591 se había otorgado la autorización para introducir los primeros esclavos en el Río de la Plata:

“Por Buenos Aires se introdujeron entre 1597 y 1607 cinco mil seiscientos treinta y nueve esclavos siendo uno de los principales centros en expansión de importación de negros.”

Se puede decir entonces que por las calles de Gualeguay también corre sangre de origen africano.

En 1808, durante las invasiones inglesas, se le ordenó a D. Josef de Urquiza, Comandante General de Entre Ríos, defender la ciudad de Montevideo. En esa oportunidad Gualeguay contribuyó con sesenta y ocho hombres bajo las órdenes del capitán Nicolás Taborda. Éstos no alcanzaron a entrar en la lucha pues llegaron a Montevideo cuando ésta ya había caído en poder de los ingleses.




Monumento a Rocamora en la plaza homónima, frente al cementerio. Año 1953.


LIBERACIÓN DE ESPAÑA
Estas colonias buscan desprenderse del poder de España y recobrar su independencia con el grito libertario del 25 de mayo de 1810, grito al cual el pueblo de Gualeguay adhiere casi inmediatamente. Como consecuencia la Primera Junta de Buenos Aires resuelve separar a Gualeguay de Montevideo en lo referente a la administración de postas y correos, para que las noticias corrieran más rápidamente y eludir así la resistencia del cabildo de Montevideo que permanecía fiel al Rey.


Pero el alcalde de Gualeguay, Gómez de Celis, español, pasados casi dos meses se pronuncia contra la Primera Junta. Por otra parte no simpatizaba con la partida de soldados naturales comandados por Taborda, quien dependía directamente de Josef de Urquiza. Gómez de Celis hace prisioneros a muchos de los integrantes de la compañía de los naturales.


A fines de 1810 explota la reacción realista en Gualeguay y otros puntos de la provincia. El 25 de noviembre fuerzas partidarias al rey entran en Gualeguay, saquean alguna casa, matan a dos patriotas, persiguen a otros que huyen a los campos y hacen prisionero al Capitán Taborda. Gómez de Celis jura obediencia al Consejo de Regencia de España, al parecer todo esto en acto convenido con el alcalde realista de Gualeguaychú.


Vivienda construída en Gualeguay en 1875.


En aquel tiempo Don José Gervasio de Artigas, aún al servicio de los realistas de Montevideo, llega hasta el Paso del Arroyo La Jacinta, a cincuenta kilómetros al norte de Gualeguay, estancia de don Pablo José de Eseyza, persiguiendo a unos asaltantes. En realidad era todo un cuento inventado por los patriotas, Artigas estaba entre ellos, que se estaban armando para levantarse a favor de la Independencia. Al parecer Francisco Ramírez estaba organizando tropa en ese lugar. Se une en ese momento a la escena D. Bartolomé Zapata, oriundo de Gualeguay, quien al frente de una partida de 25 húsares enviada por el general Martín Rodríguez desde Buenos Aires y junto a soldados armados a su costa, trata de frenar la reacción realista reconquistando Gualeguay.


Ejemplo de conducta, pues en el parte elevado a la superioridad explica lo que había sucedido: ...“ni entre la villa, ni en sus inmediaciones se permitía un solo criollo” ... “si divisaban alguno, aunque fuera lejos, buscaban igual proporción de la que se busca a un pato para asegurarle el tiro. De este modo mataron a dos de los nuestros y a otros hirieron. Otros muchos escaparon... Yo confieso, Exmo. Sr. que me acaloré tanto en extremo por vengar esta sangre, que me fue de sumo trabajo el moderar mis acciones y las de los míos cuando llegó el caso de apoderarme de esta villa”.



“Logró así evitar las consiguientes venganzas y que sus hombres empaparan sus armas ‘en la sangre de estos rebeldes monstruos de ingratitud e inhumanos’ y que incendiaran sus hogares, dando con ello un alto ejemplo a sus propios y adversarios.”


Un hombre que, bajo fuertes presiones, puede dominar sus sentimientos sometiéndolos a sus principios morales. Así era la calidad de este gualeguayense don Bartolomé Zapata.


ENFRENTAMIENTOS CON BUENOS AIRES Plaza San Martín.


A raíz de la derrota de Huaqui en la lucha contra los españoles en el norte argentino, el gobierno de Buenos Aires se ve obligado a enviar todos sus recursos militares, que en verdad eran pocos, a aquel lugar, dejando sin protección nuestra localidad. Por esa razón Buenos Aires firma un acuerdo con el Virrey de Elío (de Montevideo), el 20 de octubre de 1811, que dice textualmente:

”Los pueblos de Arroyo de la China, Gualeguay y Gualeguaychú, situados en Entre Ríos, quedarán de la propia suerte, sujetos al Gobierno del Exmo. Sr. Virrey (de Elío)”.

Este armisticio “provocó la indignación de los pueblos de Entre Ríos, afectados en su honor y patriotismo.” “Fue este hecho motivo de enfrentamiento con Buenos Aires, al haber firmado el documento sin consultar a los pueblos afectados.”

“Lo que se había temido no tardó en producirse y nuestra villa indefensa, debió soportar en diciembre el ataque de los portugueses. En efecto, el Mayor Do Santos Pedrosos (a) Maneco, cayó sobre nuestra localidad al mando de 300 hombres saqueando la población”. “Poco después Artigas lo derrota interrumpiendo sus correrías”.

Por esa época, un gualeguayense que tal vez no desconocía la sangre africana, Bruno Alarcón, acompaña a San Martín, como Tambor, en su campaña libertadora hasta el Perú. A su regreso, años después, es premiado con un dinero que le alcanzó para adquirir un predio en las afueras de la villa de esa época. En ese solar, que está ubicado en la esquina suroeste de las actuales calles 25 de Mayo y Jujuy, vivió muy modestamente hasta su muerte.

Entre los años 1817 y 1820 la comarca de Gualeguay sufre los avatares de la lucha entre Luis Eusebio Hereñú (Paraná), Evaristo Carriego (Nogoyá), Samaniego (Gualeguaychú) y Gervasio Correa (Gualeguay), comandantes partidarios del Director Juan Martín de Pueyrredón, por un lado, y Francisco Ramírez, amigo de Artigas y de Ricardo López Jordán por el otro, estos últimos conformaban la resistencia de carácter federal.

En Gualeguay, Ricardo López Jordán atacó a Correa el 8 de diciembre de 1817 con resultado “indeciso”. Pueyrredón envía entonces 600 fusiles a Los Toldos (al suroeste de Gualeguay). Samaniego y Correa, así armados, salen en busca de Ramírez. Pero no más hacer unos escasos kilómetros y justo se topan con él, que venía con 200 hombres a su encuentro, prontamente retroceden y son defendidos desde el barco que había traído las armas. Como consecuencia de ello Pueyrredón envía 600 hombres, al mando de Luciano Montes de Oca, que arriban el 20 de diciembre a Los Toldos. En el momento de su arribo 300 hombres de Ramírez mantenían sitiados en ese lugar a Correa, Samaniego y las familias de Gualeguay que los habían seguido. Al operar el desembarco los sitiadores se retiraron. Las luchas entre estos dos bandos siguieron todo un recorrido por otros lugares de la provincia.

En 1819 se firma el Armisticio de San Lorenzo por el cual los porteños se retiran de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos. Correa se entera del armisticio pero, contra las órdenes de Buenos Aires, decide quedarse en Ibicuy Chico.
Pueyrredón renuncia el 9 de febrero de 1819 y en su lugar es designado José Rondeau quien sigue las hostilidades contra los federales, con planes monárquicos y complicidad con los portugueses.
En 1820 los caudillos Francisco Ramírez y Estanislao López vencieron a Rondeau en la batalla de Cepeda, lo que provocó la caída del Directorio y la ubicación de Buenos Aires como una provincia más entre las del Río de la Plata.
FEDERALISMO

Ya en 1821, en diversas provincias argentinas encabezadas por sus caudillos, se siente un acendrado localismo que hizo peligrar la unidad nacional.
Por esa época, enfrentándose a Buenos Aires, Francisco Ramírez secundado por José Ricardo López Jordán funda la República de Entre Ríos que abarcaba las actuales provincias de Entre Ríos, Corrientes y Misiones. Se concretan así en nuestra región las dos tendencias básicas en la historia de nuestro país: unitarios y federales.
Pero Francisco Ramírez es derrotado por los porteños en Santa Fe y su huída...

“...consecutiva muerte y decapitación en los pedregales cordobeses de Río Seco, provocó la disolución de la República de Entre Ríos cuya suprema magistratura ejercía accidentalmente en ese momento su hermanastro José Ricardo López Jordán.”

Es interesante aclarar que estos ejércitos “montoneros” iban a la batalla acompañados en algunos casos por sus mujeres y que a Pancho Ramírez -El Supremo- lo acompañaba su legendaria Delfina. En la huída es avisado que el caballo de La Delfina ha sido alcanzado por los enemigos y, volviéndose a rescatarla, la salva, pero en la maniobra pierde la vida. Su cabeza luego será exhibida para horror de sus partidarios en la plaza de algún pueblo cordobés.

En 1822, después de la muerte de Pancho Ramírez, es designado gobernador de la provincia Lucio Mansilla, cuñado de Rosas, quien permanece en el cargo aproximadamente por dos años.
En 1824-25 gobierna López Jordán. En este período se reúnen fuerzas locales que deben presentarse en Nogoyá, en prevención por la invasión portuguesa a la Banda Oriental (República del Uruguay).
En 1827 milicias de nuestro departamento son enviadas a Paraná por el conflicto con Brasil.

Parque Intendente Quintana. Entrada. Año 1919.

En 1830, desde Montevideo, unitarios emigrados -contrarios a Rosas- que habían logrado la adhesión de Ricardo López Jordán y Justo J. de Urquiza (que a su vez eran adversarios del gobernador Solá) preparan una subversión que estalla el 1º de noviembre en Concepción del Uruguay. Como resultado el gobernador Solá dejó la provincia y fue reemplazado por el coronel Pedro Barrenechea, a su vez rápidamente cambiado por López Jordán.
El 24 de diciembre, un grupo de estos subversivos encabezado por Silverio Tarragona se apoderó por sorpresa de la Comandancia de Gualeguay y obligó a los comerciantes a aportar alimentos y vestuarios. Hubo actos de vandalaje de los cuales fueron víctimas los vecinos Juan Valiero, Antonio Cuyás y Sampere y su hermano José, asaltados y agredidos de hecho. Además esa misma noche del 24, asaltaron la pulpería de don Manuel Cortavitarte, sorprendiendo a su ayudante y dependiente Manuel Echeverri al cual coaccionaron...

“...llevándose ‘cinco varas de bramante, siete varas de saraza y medio frasco de ginebra’ y saqueando además la casa del escocés Samuel Mac’ Donald”.

Tarragona expresó que no podía contener a la soldadesca. Se mantuvo con poder en Gualeguay dos o tres días. La aventura revolucionaria no podía durar, el movimiento fue vencido en la provincia. López Jordán fue derrotado. Tarragona fugó pero meses más tarde fue hecho prisionero y sometido a proceso.

Tiempo después será gobernador Echagüe quien mantendrá una buena relación con Rosas. Con él se crea la Caja de Gualeguay, designándose administrador en esta ciudad para cobrar los derechos aduaneros de Puerto Ruiz.
Por aquellos días la Comandancia, asiento del poder policial provincial en la villa, estaba ubicada donde funciona hoy la Unidad Regional de la Policía frente a la plaza Constitución...

“...era un rancho dividido en tres habitaciones, una de ladrillos destinada a sala de armas y las otras dos de palo a pique y adobe, de las cuales una servía para la guardia y la otra para calabozo, donde había quince grillos y un cepo.”

El techo, armado con troncos de palmera, era de paja.

Antiguo curso del río Gualeguay.

Fue por 1836 que el gobernador D. Pascual Echagüe, hombre culto que, según nos dice Humberto P. Vico, restableció la tranquilidad en la provincia, arribó a Gualeguay. Venía para reemplazar al Comandante de Gualeguay Antonio Alemán, quien había sido designado para ocupar funciones de Ayudante de Órdenes del Gobierno en Paraná. Para reemplazarlo al frente de la Comandancia de Gualeguay es designando D. Leonardo Millán.

GIUSEPPE GARIBALDI

Pero es en ese año que Giuseppe Garibaldi, marino y patriota italiano, huye al hemisferio sur con un grupo de partidarios a raíz del revés de un movimiento contra los austriacos, circunstanciales dominadores de su patria.
La República de Río Grande del Sur, que luchaba por la independencia de Brasil, le otorga patente de corsario, entonces se dirige con destino al Río de la Plata pensando que aquí tendría apoyo. Hace escala en la costa oeste de Uruguay.
El gobierno de Montevideo por el contrario manda dos lanchas a interceptarlo sobre el mismo río, trabando combate. Garibaldi logra escapar, pues lo creen muerto -con una herida en la garganta- y con su nave muy destrozada.

Teatro Italia, construído en 1903.


Cerca de Ibicuy los encuentra la goleta que hacía el servicio Buenos Aires- Gualeguay con sus tripulantes heridos y la nave muy averiada. Uno de los pasajeros, el acaudalado vecino Jacinto Andreu, reconoce en Garibaldi a un compañero de cofradía. Andreu pide al capitán que los recoja, ofreciéndoles asistencia médica y traslado a Gualeguay. Recalan en Puerto Ruiz y de allí vienen a nuestra ciudad. A la sazón, por razones de calado, se había comenzado a usar este puerto en lugar de Puerto Barriles.

Debemos saber que el gobierno de Rosas, que manejaba las relaciones exteriores de las Provincias del Río de la Plata, tampoco apoyaba al corsario. El gobernador de la provincia, Echagüe, que como ya comentamos estaba circunstancialmente en Gualeguay, ante la solicitud de varios vecinos a favor de Garibaldi, da la orden de que tenga por cárcel la ciudad. El médico particular del gobernador, Dr. Ramón del Arca, le extrajo con todo esmero la bala alojada en el cuello, con lo que le salvó la vida.
Fue albergado en el mismo centro de la villa, en la casa de don Jacinto Andreu de quien se haría muy amigo, según reconoce el mismo Garibaldi en sus memorias (casa sita en la esquina noroeste de las actuales calles San Antonio y Primer Entrerriano). La pequeña nave de Garibaldi, con su carga, es incautada por las autoridades y devuelta a un portugués, Dos Santos, a quien al parecer pertenecía.

Aún existe un lugar llamado con el sugerente nombre de La Garibaldina. Es posible que por las calles de Gualeguay corra sangre con el genoma del padre de la patria italiana.
Aquí aprendió a cabalgar desplazándose por las cercanías del pueblo, hizo muchas amistades, concurría a tertulias, pero no era libre. Después de seis meses trata de fugar, ya que no se resolvía nada sobre su persona. Lo ayudan sus amigos, pero es capturado en la huída, por traición del baquiano que debía conducirlo a Ibicuy. Desatada la ira del comisario Millán, quien se siente desairado de la confianza que había dado al cautivo, lo hace torturar por no querer revelar el nombre de aquellos que lo habían ayudado a huir.

Fue castigado con un rebenque de cuatro colas, colgado dos veces de la cumbrera del rancho de la policía, atado de una mano hasta quedar casi inconsciente, luego puesto en el cepo. La población se conmovió vivamente y algunos vecinos acudieron a interceder en su favor. En especial fue una mujer quien lo socorrió: la Sra. Rosa Sanabria de Alemán por cuyo mérito tuvo asistencia médica y todo lo necesario en alimentos, ropa y lo indispensable para el reposo. También fue detenido D. Jacinto Andreu.
Ante esta situación D. Antonio Cuyás y Sampere, vecino destacado, rápidamente manda un informe al gobernador quien ordena remitir al prisionero a Paraná, libre de ataduras y con una pequeña escolta. Dos meses después el Gobernador Echagüe lo dejó en libertad. Vuelve a Brasil y algún tiempo después a Montevideo a luchar contra Rosas.

En 1846 Garibaldi vuelve a Italia con sus compañeros y sigue la lucha para unir su país, que estaba dividido en muchos principados. En esa lucha se destacó entre otros Natale Paggi, natural de la ciudad italiana de Lavagna, quien se había alistado con él al hacer escala en la costa oeste de Uruguay.
Después de una destacada actuación a su lado en la Campaña por la Unificación de Italia, Paggi vuelve al Río de La Plata en 1869.
Natale Paggi se casa en Montevideo y finalmente se instala en Gualeguay. Se dedicó al comercio fluvial -con el vapor La Estrella que hacía la carrera Gualeguay-Buenos Aires y también fue propietario de una confitería “Jardín Argentino”, hasta su muerte ocurrida en Gualeguay en 1885. Hoy es considerado prócer en su ciudad natal.

De todo este capítulo se puede inferir que si bien nuestros gobernantes no sabían o no querían apoyar las ideas libertarias, el pueblo si sabía hacerlo.
Colegio San José. Calles San Antonio y Bruno Alarcón. Año 1895.
GUALEGUAY ESCENARIO DE GUERRA

En 1839 se reinicia la guerra civil. Lavalle invade Entre Ríos desde la Banda Oriental del Uruguay, buscando llegar a Buenos Aires para derrotar a Rosas. Sostiene un choque con el delegado de Echagüe, don Vicente Zapata. Lavalle, si bien resultó vencedor, debió abandonar la provincia, donde su causa carecía de simpatías, pasando a Corrientes para reunirse con el gobernador de esa provincia, Pedro Ferré.

En 1840 Lavalle inicia una nueva expedición sobre Entre Ríos defendida ahora por su gobernador titular. Con anterioridad a su invasión, designa como Comandante Militar al oeste del río Uruguay a Ángel María Núñez, quien se traslada a esta región y logra reclutar 1.000 hombres. Coincidía con la zona en que operaba el General Justo J. de Urquiza en prevención de otra invasión desde la Banda Oriental.

Lavalle entró por el norte y centro de la provincia, chocó con Echagüe en sangrienta batalla y ninguno de los dos contendores obtuvo verdadera ventaja. Tras fatigosas guerrillas, tres meses después, los ejércitos de Lavalle y Echagüe se encontraron nuevamente en Sauce Grande: las pérdidas del primero lo obligaron a abandonar la lucha aunque no se dio por vencido.
Entonces, ya alejadas las fuerzas de Juan Lavalle, Urquiza se dirige hacia Gualeguay para batir a Núñez, a quien alcanza en las cercanías del arroyo del Animal, derrotándolo con facilidad, pues los reclutas entrerrianos, en especial los originarios de los departamentos de Gualeguay y Gualeguaychú se dispersaron, ya que simpatizaban con Urquiza y su adhesión al jefe ocasional Núñez era consecuencia de la coacción.

A la invasión de Lavalle y por las mismas razones, siguió la del General Paz, en noviembre de 1841, quien venció a Echagüe en Caá-Guazú. Al mismo tiempo cruzaron el río Uruguay las fuerzas del oriental Fructuoso Rivera amenazando a las de Urquiza. En estas críticas circunstancias la sala de representantes eligió gobernador a Justo José de Urquiza.
Actual esquina de Radio Gualeguay. Calles Chacabuco y San Antonio. Año 1905. Se ve el Teatro El Nacional a la izquierda.
EL CEMENTERIO

Con respecto a la fundación del cementerio, fue realizada por impulso del padre Terroba con aportes particulares y del gobierno de la provincia, el que dispuso 5.000 mil pesos fuertes. Hasta entonces el cementerio había estado en pleno centro de la ciudad, al lado de la iglesia San Antonio.

“El costo total fue de 5.589 pesos pero como quedaba dinero sobrante se dispuso levantar una capilla.”
Capilla de la Sagrada Familia. Calle Vilar entre P. Ramírez y Jujuy. Cementerio. Año 1848.


Se resolvió celebrar solemnemente la ceremonia de la bendición del cementerio. Era costumbre en la época nombrar algunos padrinos que costeasen los gastos de la fiesta con que se daba por inaugurada la obra. Fueron ellos Jerónimo Cáceres, Francisco Fonso y Francisco Iñarra.

“Dos meses más tarde estuvo terminada también la capilla y se preparó su bendición.”

Pero no era posible encontrar padrino.

“Urquiza designó entonces para apadrinar la ceremonia a D. Jerónimo Maza, quien renunció, luego a Juan Valiero, Juez de Paz de Gualeguay, quien también declinó, después al administrador de la Aduana D. Salustiano Moreyra, que lo mismo se negó a aceptar y lo propio hizo entonces el Comandante Militar D. José Calderón, el que se excusó por razones de orden económico. Irritado y con motivos, Urquiza decidió designar como padrino al más humilde y pobre soldado del batallón ‘Gualeguay’ que lo era Higinio García. El gobernador corrió con todos los gastos de la fiesta. García se presentó el día de la bendición, 14 de abril de 1848 con su típica indumentaria de montonero: calzoncillos blancos, chiripá, camisa y gorra de manga, todo ello de color blanco y botas de potro.”

La capilla está desde su origen bajo la advocación de la Sagrada Familia.

En 1850 Urquiza, observando el estado de estancamiento de la región de Gualeguay con respecto a las demás ciudades de la provincia, encomienda a D. Antonio Cuyás y Sampere, quien residió en Gualeguay entre 1829 y 1846 y posteriormente entre 1851-2 y 1870, averiguar las causas de esa situación. He aquí un párrafo de la larga carta que en respuesta a esa misión escribe este hombre de importante actuación, no sólo en nuestro medio sino también en España y Brasil:

“Desde que conozco Gualeguay Excmo. Señor, he visto a sus autoridades estar en más o menos desconformidad y competencia, invadirse en la órbita de sus atribuciones respectivas, y haciéndose una guerra secreta y repugnante, estar en perpetua lucha, que más o menos encubierta ha sido siempre traslucida de la población. He visto que el poder depositado en sus manos se ha usado con imprudencia, con despotismo, y aún con injusticia o indolencia, y estas causas que constantemente han estado en acción desde su fundación han influido para la formación de ese carácter de concentración, reserva e intriga que caracterizan aquel pueblo; y han impedido que la ilustración y la cultura se difundan en la proporción que han seguido los demás pueblos de la provincia.”
SECESIÓN DE BUENOS AIRES

Ante la doble invasión del general José María Paz desde Corrientes y Fructuoso Rivera desde Uruguay el gobernador entrerriano Urquiza decide retirarse hacia el sur, siguiendo la línea del Gualeguay. El general Paz envía una división fuerte en su persecución, a cuyo frente estaba Ángel María Núñez. Pero Núñez pierde el tiempo y es Rivera quien lo alcanza en las cercanías de Gualeguay. Con seiscientos hombres Urquiza cruza el Paraná Pavón y se refugia en la isla del Tonelero. Rivera penetró en Gualeguay el 13 de enero de 1841, sometiendo a sus habitantes a fuertes exacciones y violencias en razón de que sabía que sus pobladores eran partidarios de Urquiza.

Escuela Técnica Nº 2. Edificio de la Sociedad Española de Socorros Mutuos "Rocamora", construído en 1901.

“La derrota de Urquiza le permitió al general Paz entrar sin resistencia en Paraná, siendo elegido gobernador de la provincia.”

Pero carente de apoyo, demorándose Rivera en su actuación, lo indujeron a delegar el mando en el Dr. Pedro Pablo Seguí -el 27 de marzo de 1842- y retirarse hasta Gualeguay, donde pensaba establecer la sede de su gobierno.

“La marcha hacia Gualeguay estuvo llena de dificultades, produciéndose deserciones y motines que aniquilaron casi totalmente las fuerzas de Paz. El 13 de abril, bajo un fuerte temporal llegó, con sólo sesenta hombres de los trescientos con que había salido, a orillas del Clé. El 14 se encontraba en Gualeguay adonde había llegado ‘muy tarde de la noche’.”
“En la villa lo esperaban desde la tarde el Dr. Santiago Derqui, el comandante D. Manuel Hornos y uno de sus ayudantes de campo, el oficial Paz, con un piquete de artillería. Contaba con encontrar en Gualeguay auxilios enviados por Rivera, pero éstos no habían llegado. Sin recursos entiende que su permanencia en este lugar no tiene sentido, por lo que se quedó en nuestra villa sólo seis días.”

Paz cruza el río en dirección a Gualeguaychú y en la estancia del señor Galarza firma un tratado con Rivera y abandona la provincia. El disgusto del Gral. Paz con Gualeguay era tal que en sus memorias designa como “un arroyo” al río Gualeguay y a la villa la llama “San Antonio Petisco”.

“Urquiza, abandonando el refugio de la isla del Tonelero, pasó a Gualeguay, donde se reunió con Crispín Velásquez” y otros caudillos locales. “Desde este punto inició D. Justo su campaña hasta expulsar a Rivera y consolidar su autoridad, contando para ello con la colaboración de Oribe.”
“A fines de 1843, desde Corrientes, Madariaga invadió la provincia y volvieron a repetirse los saqueos a las principales villas, entrando la soldadesca en Gualeguay y continuando hasta Nogoyá, donde fue asesinado el gobernador delegado Cipriano de Urquiza, hermano de don Justo.”

En noviembre de 1847, Urquiza traba lucha contra Rosas en Vences donde resulta triunfante, lo que le permite cuatro años de paz en la provincia. No obstante, esta victoria es una página negra en su historia, porque después de la batalla fueron degollados doscientos prisioneros de guerra.
Sin embargo, el Gral. Don Justo José de Urquiza fue el líder que logró tener una visión superior de la organización nacional para terminar con el caudillismo provincial que abarcaba la actual República Argentina. Después de diez años, se enfrentó abiertamente al poder de Buenos Aires, que se complacía en mantener el estado de cosas, y le declaró la guerra a Rosas por medio de lo que tituló Pronunciamiento (01-05-1851). En él le quitaba la representación de Entre Ríos en el exterior entre otras medidas.
La ciudad de Gualeguay fue la primera que adhirió a esta causa y el Gral. le obsequia una copa de mármol de Carrara, símbolo de su agradecimiento. Esta copa hoy se encuentra sobre un pedestal en la plaza Constitución.

No fue sin problemas para Entre Ríos la integración nacional. Urquiza vence a Rosas con el Ejército Grande en Caseros en 1852, obligándolo a renunciar al poder. Se establece como consecuencia la Constitución de 1853, pero Buenos Aires se separa del resto del país. Urquiza es presidente de la Confederación Argentina (1854-1860) con la secesión de Buenos Aires. Mitre, Sarmiento y Alsina hablaron formalmente de constituir una nación aparte en la provincia de Buenos Aires.

En 1859 las fuerzas de la Confederación, a las órdenes de J. J. de Urquiza vencieron, en Cepeda, a las de Buenos Aires, dirigidas por B. Mitre. Esto determinó la incorporación de Buenos Aires a la Confederación. Pero Buenos Aires no se rinde. En 1861 se vuelven a enfrentar en la batalla de Pavón. Urquiza, no obstante que su ala izquierda, comandada por Ricardo López Jordán -hijo del ya citado-, aplastaba el ala derecha de Mitre, se retira al paso hacia su palacio San José sin presentar batalla.
Los historiadores ven en ello un renunciamiento voluntario del General Urquiza para poder salvar la unidad nacional y la organización institucional del país. Tal vez él comprendía que si triunfaba todo volvería a seguir en luchas fratricidas, pues Buenos Aires seguiría sin someterse. Pero este hecho no fue bien entendido o suficientemente explicado en su momento.

Monumento al Inmigrante. Rutas 11 y 136. Año 1968.

LA ARGENTINA CONTRA ENTRE RÍOS

Se realiza la unión de todo el país bajo la presidencia de Bartolomé Mitre, con el predominio de Buenos Aires sobre las provincias. Urquiza gobierna la provincia de Entre Ríos desde el palacio San José, pero muchos no comprendieron su retirada en Pavón. Tampoco fueron muy felices para el pueblo los últimos años de su gobierno. Lo cierto es que Urquiza es asesinado el 11 de abril de 1870.
Los revolucionarios eligen a través de las Cámaras, según correspondía de acuerdo con la Constitución Nacional de 1853, a Ricardo López Jordán (h) como gobernador.
El presidente Sarmiento y su sucesor el presidente Avellaneda -de quien fue ministro de Guerra el mismo Sarmiento-, deciden intervenir Entre Ríos. No obstante el procedimiento legal con que había sido elegido el nuevo gobernador y que la provincia estaba en paz. Estas dos razones eran suficientes, según la Constitución para que el gobierno nacional se mantuviera sin intervenir en los problemas internos de una provincia.

Casa de las Rejas. Calles 1º de Mayo y Monte Caseros. 1913.


Envían el Ejército Nacional contra López Jordán. En realidad se está imponiendo el centralismo unitario de Buenos Aires sobre los derechos federalistas de las provincias argentinas, situación que prevaleció durante todo el siglo XX.
Ante la inminencia del ataque del Ejército Nacional, los habitantes de Gualeguay envían un petitorio al presidente Sarmiento solicitando evitar la intervención armada y solidarizándose con la revolución jordanista, afirmando que el gobernador había sido elegido legalmente y que la población de la provincia estaba en paz.

Dice H. P. Vico que la invasión de las fuerzas nacionales a Gualeguaychú, con el convencimiento de la guerra civil, produjo más tristeza en Gualeguay que la muerte misma del General Urquiza.

Manifiesta el padre Vilar:

“Las milicias gualeguayenses iban como sus hermanos entrerrianos al sacrificio, conociendo su inferioridad por carecer de armamentos adecuados, pero convencidos de que el honor entrerriano no podía permitir la intromisión del poder federal”.

Ricardo López Jordán va a la lucha por tres veces contra el Ejército Nacional (1870, 1873, 1876) pero es vencido las tres veces por la notable diferencia de armamento y cantidad de hombres.

Finalmente, después del tercer intento de recuperar la provincia, López Jordán es tomado prisionero y estaba en esa condición en Santa Fe cuando consigue fugar en peculiares circunstancias: recibe la visita de su mujer y sus dos hijas. Después que las visitas se retiraron, por la noche, cuando hace la ronda el guardacárcel, comprueba que la que está en la celda es su mujer. Ricardo López Jordán huyó a Uruguay, luego a Brasil.
Fue indultado por el presidente Juárez Celman en 1888. Se instala, viejo y cansado, despojado de sentimientos de odios y venganzas según le declaró al propio Juárez Celman en la ya cosmopolita ciudad de Buenos Aires. Un mes después, cuando se encontraba paseando por la calle Esmeralda como lo hacía diariamente, cae asesinado casualmente frente al domicilio de uno de los descendientes del general Urquiza. El asesino declara que lo hizo para vengar la muerte de su padre, atribuyendo a López Jordán la responsabilidad de ordenar el degüello de su padre, un soldado porteño, cerca de Colón en 1873.

En esta desmedida e injusta guerra del poder central contra Entre Ríos... ¿Existió la intención de establecer un ejemplo, en cuanto a las consecuencias, con respecto a cualquier provincia que se opusiera a los designios porteños...?


INMIGRANTES

Después de 1865, alentado por Urquiza como gobernador de Entre Ríos, comienza claramente un aporte inmigratorio. Esta vez se trata de gente de paz y trabajo, que huyendo de las malas condiciones: superpoblación, guerras, sometimiento, desocupación y aún miseria venían de Europa y Asia Menor. A nuestra ciudad arriban italianos, españoles, franceses, ingleses, suizos, árabes, sirios y, ya en el siglo XX, judíos (estos últimos en su mayoría descendientes de colonizaciones en el centro y norte de la provincia). Todos se fueron integrando a la población existente.
COMIENZA LA SEGUNDA MITAD

DEL SIGLO XIX

A partir de la segunda mitad del siglo XIX, la ciudad de Gualeguay comenzó a crecer, desarrollando importantes instalaciones en Puerto Ruiz que llegó a ser, en la década de 1880 a 1890, el tercer puerto de la Argentina, después de Buenos Aires y Rosario.

En 1865 nace en Gualeguay Juan Bautista Ambrosetti, etnólogo y arqueólogo argentino que realizó investigaciones folclóricas y arqueológicas en Misiones, los valles Calchaquíes y el Chaco. Fue director del Museo Etnográfico de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, el cual hoy lleva su nombre. En el solar donde nació, en la calle Belgrano No 19, existe una placa que lo recuerda, mientras que su memoria aún permanece viva en las poblaciones del norte argentino.

Palacio de Tribunales. Calles Rocamora y Monte Caseros. 1908.

En 1867 ocurrió una epidemia de cólera que se reiteró en dos oportunidades más durante el siglo XIX. En ella tuvo destacada actuación el Dr. José María Pagola a quien el pueblo, en agradecimiento, le regala una casa. Es la casa donde hoy funciona el Museo Ambrosetti.

En 1868 inicia sus actividades la Società Italia de Socorros Mutuos. Esta institución en 1903 inaugura una sala de teatro que todavía funciona y es la única de estas características en nuestra ciudad.


En 1869 se inaugura la capilla San José, hoy parroquia. También se crea la plaza, que primero se nominó San José, en 1892 se llamó Colón y a partir de 1910, en que se emplaza el monumento al prócer como homenaje al Centenario de la República, se la llama Plaza San Martín.

En 1873, en cumplimiento de una ley provincial, se crea la Municipalidad, que comienza funcionando en la vieja Comandancia. En 1907, luego de varios traslados, se compra el actual edificio que perteneció a una familia tradicional de apellido Chichizola.

En 1874 nace en Gualeguay Bartolomé Vasallo. Fue un destacado médico y científico, autor de numerosos tratados, maestro de numerosos discípulos, convirtió a Rosario en destacado centro quirúrgico, fue miembro de la Academia Nacional de Medicina y es imposible reseñar en este lugar su destacada trayectoria. Gran productor agrícola ganadero, es benefactor hasta nuestros días del Hospital San Antonio, la Municipalidad de Gualeguay y el Asilo de Menores San José. Muere en 1943, en Rosario, donde estaba radicado, sus restos descansan en el cementerio de Gualeguay.





ÚLTIMOS AÑOS DEL SIGLO XIX




Consolidada la Organización Nacional se desarrolla rápidamente el comercio y la industria en todo el país y Gualeguay no es ajena a este progreso general.

"Maja Sonriente". Cesáreo Bernaldo de Quirós. 1907.
En 1875 se construye la vivienda sita en Sarmiento esquina Islas Malvinas, cuyo predio ocupa un cuarto de manzana. Allí funcionó un Banco que imprimió moneda (Guaraníes), algunos de cuyos billetes aún se conservan en el Museo Ambrosetti. En la planta baja existió un gran comercio de ramos generales, Casa Solanas.


En 1877, en la administración comunal del señor Segundo Gianello, se inaugura la plaza Rocamora frente al cementerio.
En 1879 se crea la Sociedad de Beneficencia siendo su primera presidenta doña Carmen Iñarra de Míguez. Esta sociedad a su vez crea el Hospital San Antonio, siendo su primer director el Dr. José María Pagola.

En 1882 se inaugura el edificio actual de la Iglesia San Antonio, la concreción de la obra se debe a la extraordinaria capacidad del presbítero Juan Vilar.
Alrededor de 1887 se logran, no sin largas discusiones, las primeras calles pavimentadas. Se crea el Asilo de Menores y Colegio San José, obra del presbítero Vilar. Se realiza un camino carretero a Puerto Ruiz.
En 1888 se crea la Sociedad Rural Gualeguay que realiza la primera Exposición Rural, destacándose en esta iniciativa don Juan Halket. Se crea el parque Intendente Quintana, cuyo trazado estuvo a cargo del Agr. Luciano Hizzet.
En 1890, después de un viaje por de Italia, José Vicente Morán funda, junto con su hermano el Dr. Gregorio Morán, la colonia El Ombú, con cuarenta inmigrantes italianos de la región del Véneto.
En este mismo año se inauguró el Frontón Gualeguay, construido por el vasco don Francisco Bereciartu.
En 1891 se crea, a instancias de don Antonio Medina, la Sociedad Fomento Educacional, institución notable, sede de la Biblioteca Carlos Mastronardi y, en aquel tiempo, de la Escuela Nocturna Cristóbal Colón de alfabetización de adultos. También en este año se inaugura la estación del Ferrocarril Gualeguay-Rosario del Tala, luego perteneciente al Ferrocarril General Urquiza, donde hoy se encuentra el Corsódromo.
En 1891 se inauguró el teatro El Nacional, ubicado en San Antonio entre Chacabuco y 1º de Mayo, fue destruido por el fuego en 1910.
En 1892 se establece la sucursal del Banco Nación.
En 1898 se realiza el primer puente sobre el río Gualeguay, hasta entonces se cruzaba el río mediante balsas.


ALBORES DEL SIGLO XX

En 1901 se inaugura el edificio de la Sociedad Española de Socorros Mutuos (hoy Escuela Técnica Nº 2).
En 1903 llegó el fútbol a Gualeguay. Se llevó a cabo en el local de la Sociedad Rural (actual Escuela Técnica Nº 1) una práctica-ensayo. A partir de ese momento se divulgó su práctica entre los jóvenes por los baldíos de la ciudad.
En 1905 la iniciativa de lograr una Escuela Normal merece un renglón aparte por su importancia en el destino de la ciudad y porque estuvo a punto de naufragar. Dijo el diario El Debate en aquel tiempo:

“Los distanciamientos producidos por la lucha política, los antagonismos o rencillas personales y la pretensión de figurar como dirigentes en toda comisión que se organiza, deben dejarse de lado... (El proyecto) no es de uno solo, es de todos los seres bien intencionados que anhelan el engrandecimiento de la sociedad en que actúan”.

Entre 1904 y 1913 ocurre un importante crecimiento edilicio en la localidad, al cual contribuyó una oleada de inmigrantes italianos que recibió la Argentina. Una incipiente decadencia económica, en forma paradojal y como suele ocurrir en el devenir histórico, fue acompañada de grandes construcciones: Hospital San Antonio, Escuela Graduada (hoy Normal), Biblioteca Popular, Escuela Castelli, Tribunal de Justicia, Banco de la Nación, Banco de Italia y Río de la Plata, Club Social, Hotel Ferreccio, Sociedad Rural Gualeguay, Jefatura de Policía, Usina Eléctrica son construidos en pocos años. Además se construyen numerosas casas de familia con espléndidas fachadas.
En 1908 se funda la Pro-Copa de Leche, creada con el propósito de llevar la copa de leche a las distintas escuelas. Su primera presidenta fue la Srta. Amelia Abramor.

Una comisión consiguió el dinero para construir un nuevo teatro, pero hubo roces entre el intendente y la comisión por la elección del lugar, no pudieron ponerse de acuerdo y, como resultado de esta situación no se edificó el teatro.

En 1914 a la sazón existían tres salas de espectáculos: Teatro Italia, Palacio Variedades y el “biógrafo” que funcionaba en el Londres Hotel (debajo de la actual LT 38). En este mismo año se amplía la iglesia San Antonio.

ENTRE LAS DOS GRANDES GUERRAS MUNDIALES

En este período nacen gran cantidad de instituciones deportivas y sociales que hacen evidente un sentimiento de unión y progreso que es característico en toda la Argentina, a la vez que existe plena confianza en la cultura del trabajo.

En 1916 se crea Sociedad Sportiva. En 1917 se funda el Centro Unión Empleados de Comercio.
En 1918 aparecen en Gualeguay tres gremios “no combativos” (sic): el Sindicato de Empleados Municipales, la Agrupación de Choferes y la Asociación del Magisterio.



Banco de la Nación Argentina- Calles San Antonio y Carlos Pellegrini. 1909.

En 1919: “A un emotivo y patriótico acto dio lugar la entrega de subsidios en la Jefatura de Policía, el 1º de Mayo, a diecisiete sobrevivientes de Caseros, a cada uno de los cuales se les dio $70.” (P. H. Vico, tomo 2, Pág. 109.) …¡¡No se puede creer!!

En 1920 se crea la plazoleta Dr. Joaquín Aguirrezabala, agradecimiento de este pueblo al médico y filántropo de destacada actuación durante muchos años. En este mismo año también se crea el Balneario Municipal -hoy Balneario Arenas- frente al lugar llamado históricamente La Boca del Tigre.
En esta época se proyectan desagües en el Bañado de Hugo. Se quería evitar la inundación de las chacras aledañas a la ciudad, tal como ya había ocurrido repetidas veces por esos años desde la construcción del camino a Paraná.
En 1923 se repavimenta con granitullo una parte de la ciudad, no sin grandes discusiones -a raíz del precio- que inhabilitan en varios y largos períodos al Concejo Deliberante.
En 1926 se inauguran las instalaciones de Obras Sanitarias, pues hasta ese momento la ciudad se proveía de agua con pozos.

En este mismo año muere pobre y olvidado, a los 108 años de edad, el último de los sobrevivientes de Caseros: Mariano Medina Bello; un piquete de la policía hizo guardia de honor en su sepelio.

En 1920 se funda el Club Gualeguay Central, en 1922 aparece la Liga de Fútbol de Gualeguay y se crea el Club San Lorenzo, en 1923 el Tiro Federal Brigadier Justo José de Urquiza, en 1924 el Jockey Club Gualeguay, en 1925-27 se inicia el Club Atlético B.H., en 1928 comienza el Bidasoa (club de pelota vasca), en 1931 el Club Atlético Quilmes, en 1934 se constituyó el Boxing Club Gualeguay, en 1936 el Club de Pelota Gualeguay “El Bidasoa” cuyo frontón en parte es originario de 1880 (como frontón abierto), en 1937 el Club Recreativo y Deportivo El Refugio, en 1937 el Club Ciclista Gualeguay.

En 1927 la Sociedad Rural vende su local al Ejército Argentino y comienza a recuperar sus actividades al poder comprar el lugar para sus nuevas instalaciones.
En 1934 termina, con la ayuda económica del gobierno provincial, el pleito del granitullo perdido por la municipalidad.
En 1938 se inaugura el Teatro Gandolfi, bien pronto denominado Mayo, en la esquina de las actuales 25 de Mayo y 9 de Julio.
AL PROMEDIAR EL SIGLO XX
En 1940 se inaugura la Asistencia Pública Municipal y el Mercado Modelo en el lugar que ocupara el antiguo Mercado de Abasto y, también en esos años, se construye el Asilo de Ancianos y el edificio del Jockey Club. Se completa la iglesia San Antonio con la inauguración del altar de Santa Teresita. En 1941 se realiza una exposición muy exitosa de los productos elaborados por las diversas fábricas y artesanos locales. Estos establecimientos fueron desapareciendo frente a la competencia de las grandes industrias que podían ofrecer mejor calidad y precio con la producción en serie.
En 1942 el maestro y filántropo Roberto Nicolás Epele crea el Hogar Escuela San Juan Bosco que hasta hoy funciona en una antigua casona en calle San Antonio. Desde Gualeguay, y por un exhorto de un Juez de Paraná, se procede al allanamiento y detención de dos ciudadanos de General Galarza por sus actividades pro-fascismo. Permanecieron detenidos en Paraná por algunos meses.
En 1943 se constituye el Club Libertad, 1945 el Aero Club. En 1946 se erige el edificio del Banco de Entre Ríos. En 1947 se funda el Club Centro Bancario, en 1949 el Automóvil Club Gualeguay, en 1950 el Club Barrio Norte.
En 1946 comenzó, por iniciativa del Sr. Humberto Alarcón Muñiz, director del diario Pregón, la G.A.C. –Gualeguay Agrupación Cultural- de provechosa labor durante varios años. Trajo a la ciudad, entre otros muchos artistas, al arpista Nicanor Zabaleta en dos ocasiones: años 1947 y 1948; al pianista Antonio de Raco; en 1949 al pintor Carlos Castagnino con 19 obras; etc. En 1946 el Aero Club Gualeguay inaugura su pista de aterrizaje. En 1947 se establece la Filial Gualeguay de la Cruz Roja Argentina, bajo la presidencia de Emma Tagnard de Guerra. En 1948 a instancias de Segundo Luis Gianello, se crea el Museo Histórico Municipal denominado más tarde Juan B. Ambrosetti. En 1949 se crea el Club de Pescadores.



Obra de KChT González propiedad del Club Social.

ARTISTAS DE GUALEGUAY

Algunos artistas de Gualeguay se han destacado a nivel nacional e internacional, otros muchos lo han hecho a nivel provincial por lo cual nuestra ciudad posee prestigio cultural en la región. A principios del siglo XX dos pintores nacidos en Gualeguay logran reconocimiento en Europa: Francisco Bernareggi y Cesáreo Bernaldo de Quirós. Al promediar del siglo XX tenemos pintores muy sobresalientes como Roberto (KChT) González, reconocido en el ámbito nacional, Antonio Castro y Derlis Maddoni. Como escultor dentro de esta línea está Carlos Cúneo. En 1905 nace en Gualeguay el importante compositor argentino Isidro Maiztegui. Fue miembro de la Asociación Argentina de Compositores y fue vicedirector de la Universidad de Cuyo. De 1952 a 1969 vivió en Madrid y a su regreso fue profesor del Instituto de Arte Lírico de Buenos Aires y Director del Archivo Musical del Teatro Colón. Con respecto a las letras, en los primeros años de este siglo se destaca en Buenos Aires Emilio Beriso. A partir de 1920, una enumeración de escritores aventajados la constituyen: Juan L. Ortiz, Amaro Villanueva, Carlos Mastronardi, Emma Barrandéguy, Juan José Manauta y Alfredo Veiravé. Más recientemente Tuky Carboni, Roberto Romani, Elsa Serur de Osman y Eise Osman han realizado una importante labor reconocida en el ámbito provincial.


















"Carlitos de San Telmo". Roberto KChT González. 1997. Del CD Rom del Mercosur.


SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX

Al comenzar esta segunda mitad de siglo fue la época en que la acción represiva del gobierno peronista se endureció con la prensa opositora y clausuró el diario Pregón cuyo director, el Sr. Héctor Garibotti Arrighi permaneció preso en Paraná por más de un año. También estuvo preso Luis R. Mac Kay, destacado político opositor. Se prohibió la emisión de toda clase de noticias políticas y se incrementó la publicidad del Partido Justicialista.

En 1952 comienza el Jardín de Infantes de la Escuela Normal. Empezó a recibirse la señal se televisión en Gualeguay.
En 1953 con motivo de los 170 años de la fundación de la ciudad, se erige el monumento a Rocamora en el centro de la plaza que lleva su nombre.
En 1954 se inauguran las nuevas instalaciones del Aero Club.
En mayo de 1955 fueron detenidos el padre Santiago Gioria y los militantes católicos María del Tránsito Díaz, Asunción Santillán, los Sres. Bernachea y Orellano acusados de distribuir volantes considerados de carácter político y fueron trasladados a Paraná; existieron otros detenidos que quedaron en la localidad.
En septiembre de 1955 Gualeguay tiene alguna intervención en el levantamiento que destituiría a Perón del gobierno nacional. Se instala el Frigorífico Río Gualeguay que procesaba carne equina para ser enviada a Holanda, de donde provenían los capitales, ocupando 250 operarios.
En 1959 sucedió una inundación extraordinaria en la región sur, por la crecida del río Gualeguay concomitante con otra del río Paraná, alcanzando el agua hasta una cuadra y media de la plaza fundacional.
ÉPOCA DE CREACIÓN DE INSTITUCIONES
Al comenzar la segunda mitad del siglo XX se edificó el Correo; en 1950 se funda el Club Atlético Urquiza; en 1959 se crea la Escuela Nacional de Comercio (al principio funcionaba en el edificio de la Escuela Normal); en 1961 se inicia el Club Atlético Reconquista; en 1964 se creó el Centro de Educación Física siendo Ministro de Educación y Justicia de la Nación Luis R. Mac Kay; en 1964 nace el Club Náutico Gualeguay y se levanta el edificio de la Escuela Feliciano Chiclana; en 1968 comienza el Club El Progreso; en 1969 se construye el edificio de la Escuela Marcos Sastre. En 1964 nace, por inquietud del Dr. Ángel Grela, la Guardería Infantil, entidad que ofrece a las madres que trabajan un lugar seguro y protegido para sus hijos. Fue su primera presidenta la Sra. María Angélica Guerra de Claver. En 1967 obtuvo su edificio propio. En 1967 un grupo de padres, encabezado por María Amelia Saizar de Amado, funda “Lucecitas” Asociación Civil Sin Fines de Lucro con el objeto de brindar al niño con necesidades especiales la educación y capacitación adecuada para el desarrollo integral de la persona. Esta institución en 1977 compra su edificio actual.
En 1968 se levanta el Monumento al Inmigrante en la entrada a la ciudad, construcción que resultó característica y singular. En 1971 nace el Club de Pesca Martín Pescador. También en este año se inicia la Escuela Provincial de Artes Visuales Roberto Sciutto que lleva el nombre de quien hiciera intensas gestiones para su creación.
En 1972 se inaugura el edificio de la desaparecida Cooperativa de Crédito que llegó a tener más de cinco mil asociados. La construcción está ubicada en San Antonio y Primer Entrerriano, en el solar donde otrora se alojara Giusseppe Garibaldi, en el frente existen dos placas que dan testimonio de ello, hoy es sede de un Banco. En ese mismo año se crea el Instituto Superior de Profesorado Secundario, cuyo primer director fue el profesor Carlos Sánchez, que dio origen a los actuales Instituto de Enseñanza Superior Luis F. Leloir y al Instituto Superior de Educación Física, luego ascendido a Escuela Universitaria de Educación Física José B Zubiaur. En 1980 se creó la Sociedad de Bomberos Voluntarios, el primer presidente de la comisión fue José María Carril.

La Familia del Pescador. Antonio Castro. 1977.




VÍCTIMAS DEL TERRORISMO DE ESTADO
Durante la dictadura militar (1976-1983) hay cuatro desaparecidos hijos de Gualeguay: Martín A. Hauscarriaga, Néstor Da Dalt, Néstor Furrer y Juana María Armelín. Por esta época estuvieron detenidos Prudencio Mocchi, Gustavo Gálligo, Mariana Fumaneri y Ricardo Raúl Correa. Éste último estuvo detenido después de la muerte de su hermano Jorge H. Correa, ocurrida en González Catán durante un enfrentamiento entre la Juventud Peronista a la cual pertenecía, y un grupo de S.M.A.T.A. En julio de 1978 fueron detenidos en sus domicilios de Gualeguay Samuel Jaján y María Angélica Gutiérrez de Jaján y Miguel Poletti y Ana María Pastormerlo de Poletti, quienes pudieron recuperar su libertad tras rápidas e intensas gestiones de sus familiares. En 1992 en la plaza Constitución se implantó un reloj de sol como símbolo vivo de la espera de las madres de los treinta mil desaparecidos entre los que se encontraban cuatro hijos de Gualeguay, con la inscripción: “La verdad es hija del tiempo”.





El Pescador. Antonio Castro. 1976.




GUERRA DE MALVINAS

Al final del período militar se declaró la Guerra de Malvinas. Los militares trataron de aprovechar el legítimo sentimiento que anida en todo argentino por esta tierra irredenta a manos de los ingleses, para despertar simpatía y tratar de prolongar su permanencia en el poder, que ya era insostenible.

En esta guerra murió, el día 2 de mayo de 1982, en el hundimiento del Crucero ARA “General Belgrano” en el que prestaba servicio, el Cabo Principal Basilio Correa, Suboficial Segundo post-mortem, natural de Gualeguay.
Son veteranos de esta guerra Pedro Daniel Fiorot, Javier Alejandro Paredes, Eliseo Víctor Rodríguez, Raúl Ricardo Rébori, Pascual Martini, Ángel Ricardo Larrivey y Daniel Texera. Y de General Galarza son veteranos Pedro Galván, Ángel Antonio Vanzella, Sergio Eduardo Wilhem y Agustín Zelaya.

Por los veteranos argentinos en esta guerra se ha erigido un monumento en plaza San Martín y otro por las víctimas del hundimiento del ARA General Belgrano frente a la Rotonda Norte.
CARNAVALES

Durante casi todo el siglo XX los carnavales fueron fiestas populares que duraban tres días, domingo lunes y martes, y para las cuales arribaban desde las zonas rurales del partido, aún desde las islas Lechiguanas, personas increíbles por lo autóctonas, para disfrutar de esas noches de jolgorio en la calle San Antonio.
En 1978 la Municipalidad y algunas instituciones comenzaron a alentar esta fiesta. En forma gradual y rápidamente se transformó en un desfile de comparsas que competían por un premio. Muy pronto una feroz competencia entre las dos comparsas principales hizo entrar en discusión acalorada a toda la población.
Actualmente tenemos un Corsódromo, donde otrora era la estación de trenes, y se rentan las sillas para ver el espectáculo. Algo más global y con menos sabor local.

"Cabeza de Muchacho" Derlis Maddoni. 1978.







SE APAGA OTRO SIGLO

La población se hace consciente de la necesidad de formar redes solidarias para afrontar los grandes problemas económicos, a la vez que comprende que lo que le pasa al otro le afecta irremediablemente.

En 1983 es creado el Instituto Superior de Educación Física, su primer director fue el profesor Emilio Chiozza.
En 1985, el vecino Sengo Kablan atravesaba una situación difícil, inicia en ese momento a raíz de una promesa el culto de Santa Rafaela, por entonces Beata. Empezó reuniéndose con un grupo de fieles a orar todos los días. El grupo fue creciendo y alguien propuso hacer alguna obra proyectada para aliviar al prójimo. Comenzaron tímidamente proponiendo un grupo de Ayuda al Depresivo y se sorprendieron por la gran repercusión que tuvo la propuesta. Luego propusieron una Casa de Terapia Ambulatoria para personas de pocos recursos que se llama Puerta de la Esperanza y que brinda asistencia a personas de pocos recursos.
De esta manera iniciaron la creación de por lo menos catorce instituciones que hoy funcionan con diferentes objetivos de ayuda al prójimo.
En 1987 se crea la Escuela para Sordos e Hipoacúsicos León Martinelli, que inaugura su edificio propio en 1994, su primera directora fue Liliana Álvarez.
En el mismo año 1987 se inaugura el edificio de la Escuela de Comercio, en 1994 el Oratorio Santa Rita, en 1999 se concluye la Terminal de Ómnibus.

En la última década del siglo numerosos jóvenes gualeguayenses emigran a otras provincias o al exterior en busca de mejores condiciones de trabajo.


COMIENZA EL SIGLO XXI

El Museo Matt Lamb de Gualeguay abre sus puertas en el año 2003.
En 2005 se inauguran el Corsódromo y el Centro Integral Comunitario.
En 2006 se inaugura provisoriamente la Defensa Costera, obra muy importante que aleja al río, con sus crecidas, hacia el sur, financiada con el concurso provincial. Esta construcción produce un cambio esencial en el paisaje de la ciudad.
COLOFÓN


“Y aquí estás Gualeguay enfrentado a tu río indómito y despacio que recorta desgarbado el verde, a la vastedad de tu llanura, a tus cielos abiertos –más allá de los conquistadores fugitivos, de los hidalgos, de los capitanes e invasores que llegaron a tus costas- sin alardes, conjunción simple, con la extremada complejidad de lo sencillo; porque éste, nuestro pueblo, es apenas un hombre detenido, un hombre silencioso, un hombre ensimismado... frente a la vastedad de su llanura, a sus cielos abiertos...

Si tenemos tus hermanos gualeyos, real identidad, oiremos la voz pasional de la tierra que se abre al milagro de la vida, pródiga y fecunda en sueños realizables.”


"El Tropero". Vicente Cúneo. 1999.

FUENTES

CICHERO, Gustavo R., Natale Paggi un soldado de Garibaldi en Gualeguay, 2007. Società Italia de Socorros Mutuos de Gualeguay.
MASSONI, Olga Gayote de, Gualeguay 1765-1900 El Aporte Inmigratorio, Editorial Colmegna, Santa Fe, 1984.
ROSSI, Juan José, Los Charrúas, Galerna, Búsqueda de Ayllu, Buenos Aires, 2002.
RAMPOLDI, Nidya; PIAGGIO, Claudio Marcelo; GABRIEL, Daniel A.; MÍGUEZ IÑARRA, Patricia, Espacios Públicos con Historia Gualeguay, Ediciones del Clé, Santa Fe, 2002.
REVISTA DE HISTORIA ENTRERRIANA No 2, Asociación Entrerriana General Urquiza, Impresiones Arauco, Buenos Aires, mayo de 1967.
VACCARI, Luis W., Gualeguay Deportivo, Talleres Gráficos Yunque, Buenos Aires, 1979.
VICO, Humberto Pedro, Historia de Gualeguay, tomos I, II y III, Ediciones Colmegna, Santa Fe, 1972, ídem 1977, Editorial Entre Ríos, Paraná, 2004.
VILLANUEVA, Amaro, Garibaldi en Entre Ríos, Editorial Cartago S. R. L., Buenos Aires, 1957.




ESTE TRABAJO FUE REALIZADO TOMANDO COMO BASE EL LIBRO
"Gualeguay de Bolsillo"
de Nidya Rampoldi – Patricia Míguez Iñarra – Daniel Gabriel